¿Quién fue Santo Tomás?
Santo Tomás fue uno de los doce apóstoles elegidos por Jesucristo, conocido tanto por su valentía como por su célebre incredulidad. Su nombre, “Tomás”, proviene del arameo y significa “gemelo” — y en griego también se le llama Dídimo, que tiene el mismo significado. Aunque los Evangelios no ofrecen muchos detalles sobre su vida antes del llamado de Jesús, sabemos que lo dejó todo para seguir al Maestro, como los demás apóstoles.

El Apóstol de la Fe Vacilante
Tomás quedó especialmente marcado por el episodio que ocurrió después de la Resurrección. Cuando los demás discípulos le contaron que habían visto al Señor resucitado, él dijo que no creería si no veía y tocaba las llagas de Jesús. Ocho días después, Cristo se apareció de nuevo e invitó a Tomás a tocar Sus heridas. En ese momento, Tomás pronunció una de las mayores profesiones de fe registradas en la Biblia: «¡Señor mío y Dios mío!» (Jn 20,28). Esta declaración no solo transformó su propia historia, sino que se convirtió en un hito de la fe cristiana, demostrando que incluso la duda puede conducir a una fe más profunda.
¿Cómo fue su vida tras la partida de Jesús?
Después de la Ascensión de Jesús, la vida de Tomás cambió por completo. Lleno del Espíritu Santo, se dedicó a anunciar el Evangelio. Según antiguas tradiciones, fue más allá de las fronteras del mundo romano, convirtiéndose en un gran misionero en tierras lejanas.
La Misión en Persia e India
La tradición más consistente cuenta que Santo Tomás predicó primero en la región de Persia, actual Irán, y en Mesopotamia, donde fundó comunidades cristianas. Pero fue sobre todo en la India donde su misión cobró fuerza y fama. Hacia el año 52 d.C., Tomás habría desembarcado en el puerto de Muziris, hoy llamado Kodungallur, en el estado de Kerala, en el suroeste de la India. Allí encontró comunidades judías ya establecidas, pero también evangelizó a muchos indios, fundando iglesias que pasaron a conocerse como las Iglesias de Santo Tomás. Hasta hoy, existen comunidades cristianas en el estado de Kerala que se enorgullecen de tener sus raíces ligadas directamente a él, conocidas como los Cristianos de Santo Tomás.
El Martirio de Santo Tomás
Según la tradición, Santo Tomás fue martirizado en la India, en las cercanías de la ciudad de Chennai (antigua Madrás), en un lugar que hoy se conoce como Monte Santo Tomás. Se dice que fue asesinado a lanzazos, probablemente entre los años 68 y 72 d.C. En Chennai existe actualmente una basílica dedicada a él, que afirma conservar sus reliquias y se ha convertido en un lugar de gran peregrinación.
Devociones y Curiosidades sobre Santo Tomás
Patrón e Intercesor
Aunque quedó marcado por la duda, Tomás se convirtió en un símbolo de fe firme y profunda. Es invocado especialmente por aquellos que enfrentan dudas espirituales o buscan fortalecer su fe. Además, es considerado patrón de los arquitectos, albañiles y constructores, pues, según algunas tradiciones, trabajó construyendo iglesias durante sus viajes misioneros. En la India, es venerado como patrón de las comunidades cristianas locales, que mantienen vivas tradiciones en su memoria hasta el día de hoy.
Curiosidades Históricas
Existen textos antiguos, como los Hechos de Tomás, escritos en siríaco en el siglo III, que narran sus viajes y conversiones en un tono épico y hasta legendario. En ellos, Tomás es retratado evangelizando a reyes, nobles e incluso a castas altas de la sociedad india. Aunque muchos de estos relatos son considerados más legendarios que históricos, revelan cuán importante fue la figura de Tomás para la expansión del cristianismo en Oriente.
Una curiosidad destacada es que, aunque es conocido como “el incrédulo”, fue también el primer apóstol en hacer una declaración tan explícita sobre la divinidad de Cristo, proclamando: «¡Señor mío y Dios mío!» — palabras que resuenan aún hoy en las liturgias y oraciones cristianas.
¿Cuándo se celebra su fiesta?
La fiesta litúrgica de Santo Tomás se celebra el día 3 de julio en el calendario actual de la Iglesia, aunque antiguamente se conmemoraba el 21 de diciembre en Occidente. El cambio se produjo tras la reforma litúrgica, para coincidir con la fecha tradicional de la traslación de sus reliquias a Edesa, en la antigua Mesopotamia, hoy Urfa, en Turquía.
En definitiva, Santo Tomás nos enseña que la fe no es ausencia de dudas, sino que muchas veces pasa precisamente por enfrentarlas hasta llegar a una convicción profunda. Su testimonio sigue vivo, recordándonos que incluso aquellos que vacilaron pueden convertirse en grandes misioneros y llevar el Evangelio hasta los confines de la Tierra.