La virtud de la Magnificencia y los criterios de honor y belleza

Después de tratar la liberalidad, Aristóteles aborda en el Libro IV de la Ética a Nicómaco la virtud de la magnificencia (megaloprépeia). Esta virtud también se relaciona con la riqueza, pero no con cualquier uso de ella, sino únicamente con lo que se refiere a los grandes gastos.
