En el Libro IV de la Ética a Nicómaco, Aristóteles presenta el concepto de liberalidad como el justo medio en el uso de las riquezas. A diferencia de otras virtudes ligadas al cuerpo o a la justicia, esta se relaciona con el dar y recibir bienes materiales, sobre todo con la donación, que es el uso más noble de la riqueza.
La Voluntad de Cristo a la Luz de la Filosofía y la TeologíaUn ensayo de reflexión sobre el Libro 3 de la Ética a Nicómaco, de Aristóteles.
El cristianismo no nace de una idea, de un mito o de una filosofía. Nace de un encuentro. En el corazón de la fe está una Persona viva: Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, enviado por el Padre para revelar Su amor y ofrecer la salvación. Esta es la Buena Nueva, el Evangelio que la Iglesia ha proclamado desde los tiempos apostólicos.
Si pudiéramos reflexionar sobre la ética y dividirla en dos grandes campos de virtudes, probablemente seguiríamos a Aristóteles, distinguiéndolas en intelectuales y morales. Esta distinción es fundamental porque muestra que la excelencia moral es una construcción progresiva.
Una reflexión sobre la felicidad según Aristóteles, ilustrada por Alicia en el País de las Maravillas y Ulises en la Odisea. Entre placer, honra y contemplación, descubre lo que significa vivir bien.
La muerte, para el cristiano, no se comprende como el fin absoluto de la existencia, sino como el paso a la plenitud de la vida en Dios. Al unir su propia muerte a la de Cristo, el fiel afronta este…
San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (los Jesuitas) y autor de los Ejercicios Espirituales. Transformó su vida de ambiciones mundanas en una misión espiritual que sigue inspirando a millones.
Santiago el Mayor ocupa un lugar de gran distinción. Hermano de Juan el Evangelista e hijo de Zebedeo, fue uno de los primeros llamados por Jesús y el primero en sufrir el martirio.
Ensayo basado en los Capítulos 1 y 2 del libro De Genesi ad litteram, de san Agustín. Ideas para comprender mejor el tema de la creación, conforme al Catecismo de la Iglesia Católica.
En el corazón de la reflexión filosófica y teológica se encuentra una pregunta tan simple como decisiva: ¿qué es algo en su esencia?
